La situación social y la convivencia de las diferentes comunidades de Salt es una bomba de relojería. El estallido de la revuelta incendiaria juvenil se ha concluido, por el momento, con la movilización cívica unitaria amplia, más presencia policial, y una serie de responsables cargados de recomendaciones y de promesas poco concretadas. Salt no es una excepción. Para el PP el epicentro es Badalona. Necesitamos tratar las causas y el fomento de la xenofobia y el racismo, pues en ellas reside la posibilidad de actuaciones y políticas para resolverlas o para extender las llamas por todas partes.
Al tratarse esto con compañeros y compañeras de EUiA de Salt, resumo unos elementos o lecciones parciales, para aportar a un debate colectivo que implique a todo nuestro movimiento.
Los problemas son reales, sociales y de fondo, estructurales. Pero incluso si no se pueden arreglar en esta sociedad desde la raíz, sí convienen y son factibles ciertas medidas, desde la vecindad, las Entidades, organizaciones, políticas públicas del Municipio, Diputación y Generalitat.
Con la movilización unitaria vecinal se ha ganado tiempo, pero no se han resuelto los problemas, siguen siendo los mismos. En Salt se encuentran en que no hay medios materiales mínimos para encausar el conflicto latente.
En los días de las noches con los coches, containers y motocicletas incendiadas, la presión xenófoba flotaba brutal por todos los rincones del pueblo, con la exigencia de represión y exclusión, y del problema de la delincuencia se saltaba sin transición a la gente inmigrada.
La Declaración de EUiA de Salt fue muy trabajada, compartida, y mil veces enmendada, para captar la violencia existente y conseguir una posición política que guiase la acción, desde unos principios de izquierdas, de colectividad y convivencia .
El lema, el tipo de manifestación, la participación o no de los colectivos vecinales autóctonos y recién llegados, y de la propia alcaldesa, fue motivo de un prolífico debate, casi hasta el mismo momento de la manifestación, y en parte por una minoría muy aislada dentro de la misma. El eje de diferenciación era si se trataba de un problema de todos a resolver por y con todos, o unas partes acusaban y excluían a las otras.
La gente de EUiA dio prioridad a la masividad de la manifestación, y a asegurar la participación de los colectivos de inmigrantes. Su trabajo, arriesgado por haber podido quedar aplastados por el choque entre las partes, tuvo éxito justo los dos últimos días.
La manifestación ciudadana, unitaria de todas las colectividades incluidas las de la gente inmigrada, masiva, resultó el mejor aviso para atenuar de momento la ola creciente y desbordada.
Hay que fomentar y organizar elementos de convivencia en todos los niveles y estamentos sociales.
La reflexión y la lucha ideológica forma parte de poner en funcionamiento medidas, de las más pequeñas a las más grandes (educación, vivienda, comida y ropa, trabajo). Debemos tener bien claro que la inmensa mayoría de la gente inmigrada no dispone del derecho de voto. Esto también quiere decir que de cara a las elecciones municipales hay un trabajo pedagógico fundamental entre la gente que sí tiene el derecho de voto, lo ejerza o no.
Al tratarse esto con compañeros y compañeras de EUiA de Salt, resumo unos elementos o lecciones parciales, para aportar a un debate colectivo que implique a todo nuestro movimiento.
Los problemas son reales, sociales y de fondo, estructurales. Pero incluso si no se pueden arreglar en esta sociedad desde la raíz, sí convienen y son factibles ciertas medidas, desde la vecindad, las Entidades, organizaciones, políticas públicas del Municipio, Diputación y Generalitat.
Con la movilización unitaria vecinal se ha ganado tiempo, pero no se han resuelto los problemas, siguen siendo los mismos. En Salt se encuentran en que no hay medios materiales mínimos para encausar el conflicto latente.
En los días de las noches con los coches, containers y motocicletas incendiadas, la presión xenófoba flotaba brutal por todos los rincones del pueblo, con la exigencia de represión y exclusión, y del problema de la delincuencia se saltaba sin transición a la gente inmigrada.
La Declaración de EUiA de Salt fue muy trabajada, compartida, y mil veces enmendada, para captar la violencia existente y conseguir una posición política que guiase la acción, desde unos principios de izquierdas, de colectividad y convivencia .
El lema, el tipo de manifestación, la participación o no de los colectivos vecinales autóctonos y recién llegados, y de la propia alcaldesa, fue motivo de un prolífico debate, casi hasta el mismo momento de la manifestación, y en parte por una minoría muy aislada dentro de la misma. El eje de diferenciación era si se trataba de un problema de todos a resolver por y con todos, o unas partes acusaban y excluían a las otras.
La gente de EUiA dio prioridad a la masividad de la manifestación, y a asegurar la participación de los colectivos de inmigrantes. Su trabajo, arriesgado por haber podido quedar aplastados por el choque entre las partes, tuvo éxito justo los dos últimos días.
La manifestación ciudadana, unitaria de todas las colectividades incluidas las de la gente inmigrada, masiva, resultó el mejor aviso para atenuar de momento la ola creciente y desbordada.
Hay que fomentar y organizar elementos de convivencia en todos los niveles y estamentos sociales.
La reflexión y la lucha ideológica forma parte de poner en funcionamiento medidas, de las más pequeñas a las más grandes (educación, vivienda, comida y ropa, trabajo). Debemos tener bien claro que la inmensa mayoría de la gente inmigrada no dispone del derecho de voto. Esto también quiere decir que de cara a las elecciones municipales hay un trabajo pedagógico fundamental entre la gente que sí tiene el derecho de voto, lo ejerza o no.
Publicado en el Boletín electrónico de EUiA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario