En España
y en Europa los políticos, tanto
socialistas como populares y liberales, han venido defendiendo los intereses
estratégicos de grupos de poder ajenos a los ciudadanos. En Europa y en cada
uno de los estados miembros, también en España, han votado juntos políticas
antisociales y cambios legislativos que están llevando a millones de personas a
una vida miserable.
Ese pacto
entre élites europeas y también estadounidenses está haciendo empobrecerse a
los ciudadanos de todos los países, del sur y del norte. Españoles,
portugueses, griegos, italianos, belgas, franceses, alemanes… toda la clase trabajadora europea
está sufriendo reformas laborales, recortes, privatizaciones, desempleo,
degradación social y ambiental, deuda…
El
12 de febrero de 2013 Obama anunció al mundo que se iniciarían unas
negociaciones entre Estados Unidos y la UE para una amplia Asociación
Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP). El 25 de febrero de
2014, Mariano Rajoy durante el debate del Estado de la Nación afirmó que España
lideraría el apoyo para la consecución del acuerdo comercial entre la Unión
Europea y los Estados Unidos. Desde entonces la UE y EEUU han avanzado en el
acuerdo con total falta de transparencia.
Este
acuerdo es un ataque demoledor a la soberanía y a la democracia con el que se
pretende reducir estándares ambientales y derechos laborales y sociales para
incrementar los privilegios a las empresas. Pretende eliminar o ajustar entre
el 25 y 50 % de leyes, directivas y normas europeas provocando una gran
precarización con graves impactos sociales y ambientales.
Uno
de los puntos más preocupantes es el mecanismo para solucionar los conflictos
entre los inversores y el Estado. Se permitiría a los inversores presentar sus
quejas contra los Estados directamente a los "tribunales internacionales
de arbitraje", que a menudo están compuestos por sus propios abogados.
Este mecanismo puede significar costes millonarios para los Estados que hayan
privatizado servicios públicos y quieran revertir la privatización, o imponer
una regulación a las empresas que contaminen, carezcan de medidas de seguridad
laboral, o que utilicen trabajadores en condiciones de esclavitud.
Se
pretende privilegiar a las grandes empresas relajando el principio de
precaución que guía la legislación medioambiental europea. Son evidentes las
consecuencias sobre nuestra salud y medio ambiente. El objetivo es desregular para
permitir contaminar más, pagar menos a los trabajadores y reducir los derechos
y las medidas de seguridad. EEUU no tiene ratificadas seis de las ocho normas
fundamentales de la OIT.
También
cambiaría aspectos importantes en cuestiones de salud pública, desde el acceso a los medicamentos y a los
servicios sanitarios hasta el control y regulación del sector de la
alimentación y los productos sanitarios. En EEUU la comercialización de un
producto peligroso es libre y hasta que la evidencia científica no demuestre su
carácter nocivo no se retira. En la UE se asume el principio de precaución que
también afecta a la puesta en mercado de nuevos productos. Esto significaría
que al eliminar las normas de control por parte de los Estados miembros sobre las
actividades de las grandes empresas inversoras, estas podrían liberar organismos
transgénicos, verter productos químicos, radiactivos, quemar residuos, instalar
líneas eléctricas, extraer gas con fraking etc. con impunidad. Además con el
agravante de que no sería fácil ni barato para los Estados reclamar a las
empresas por sus daños a la salud y el medio ambiente, cambiar alguna ley para
proteger algún derecho fundamental que influya en los beneficios de las
empresas inversoras etc.. Una
desregulación del tipo de la que Sheldon Adelson proponía para Eurovegas pero aplicada a la producción de
alimentos, la gestión del agua, la salud, la educación, el fraking etc.,
cualquier inversión de una gran empresa y a escala Europea.
El ataque al modelo social europeo viene de la Troika y del impulso de tratados como este, que son alabados por populares, socialdemócratas y liberales.
El
pasado 6 de mayo de 2014 el pleno del Congreso de los Diputados rechazó, con
los votos de los grupos parlamentarios de PP y PSOE, y con el apoyo de UPyD, la
iniciativa parlamentaria presentada por Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), que
instaba a rechazar este tratado conocido como TTIP.
Hoy,
luchar por la defensa de los servicios públicos, por el trabajo digno y contra
el paro, contra el fracking, contra la
energía nuclear, por la soberanía alimentaria, energética, por una democracia
real, por el presente y por nuestro futuro, pasa también por luchar contra el
TTIP votando a izquierda Plural en la Europeas. Este acuerdo sin el voto
favorable del Parlamento Europeo y el de los Estados miembros, no se ratifica. Hace
falta una mayoría suficiente que supere la suma de los votos de socialistas,
populares y liberales. Todos ellos defienden en la práctica con sus votos, al
margen de sus discursos solidarios y engañosos, tratados como este, políticas
de austeridad, el pago prioritario de la deuda etc.
En
un contexto de recortes en Bruselas están planificando un refuerzo de la OTAN.
Su secretario, Anders Fogh Rasmussen, pidió el año pasado a los países de la
Unión Europea un refuerzo de sus capacidades militares y apuntó a la necesidad
de que la UE invierta en "drones de observación, repostado en vuelo y
transporte aéreo", porque en esas áreas se habían hecho evidentes las
lagunas en intervenciones recientes como las de Libia y Mali.
Ese pacto
entre élites lo hemos visto también en España entre el PP y PSOE. Hemos visto
como el Gobierno español es el alumno
aventajado de la Troika, como las élites herederas de la dictadura han ido
acumulando privilegios peleando en España y en Europa por lo suyo, acumulado
territorio, poder y riqueza. Han diseñado las políticas a medida de los grandes
(agrícolas y otras). Están privándonos de nuestro patrimonio educativo, sanitario,
socio-cultural, de nuestras infraestructuras de acceso al agua y su gestión
etc.. Han utilizado la construcción de infraestructura, vivienda etc. para
enriquecerse. Después de provocar la ruina económica y social y, no cabía
esperar otra cosa de ellos, han socializado las pérdidas y rescatado a los
bancos sin ninguna condición social. Han alimentado los fondos buitre con las
casas que han quitado a las personas para venderlas por paquetes a precios (por
vivienda) considerablemente más bajos que las hipotecas con las que dejan a los
antiguos propietarios. Estos fondos, como por ejemplo Cerberus, uno de los más
importantes con el que se ha asociado José María Aznar Botella (hijo de hijo
del expresidente del Gobierno, José María Aznar, y de la alcaldesa de Madrid,
Ana Botella), venden paquetes de casas a grandes compradores principalmente de
otros países. Han arruinado sin piedad familias. Venden también trenes,
carreteras, aeropuertos, edificios públicos… Destruyen y especulan con todo lo
que nos permite tener una vida digna, agua, alimentos, vivienda, electricidad,
transporte, gestión de los residuos muchos muy tóxicos y peligrosos, cultura.
Nos mienten descaradamente hasta sobre la calidad del aire que respiramos
cuando lo estamos viendo negro.
Gobiernos socialistas y populares han generado una
deuda pública ilegítima y priorizado su pago. En agosto de 2011 se reformó, sin
consulta popular, y en contra del derecho internacional y estatal, pero con los
votos a favor del PP y el PSOE nuestra Constitución para priorizar el pago de
la deuda frente a cualquier otro gasto del Estado: “los créditos para satisfacer
los intereses y el capital de la deuda pública de las administraciones se
entenderán siempre incluidos en el estado de gastos de sus presupuestos y su
pago gozará de prioridad absoluta” (artículo 135.3 de la
Constitución española). El cambio de
la Constitución en su artículo 135.3 es ilegítimo. Es ilegítima una deuda y un
modelo económico que antepone los derechos de los acreedores ante los derechos
de las personas.
¿Por
qué se favorece la deuda como forma de financiación de la administración
pública frente a otros mecanismos? ¿Por qué se prioriza su pago sobre los
gastos necesarios para que una sociedad se desarrolle adecuadamente?
Votar al candidato de la Izquierda
Plural a la Presidencia de la Comisión Europea, Alexis Tsipras, es votar a
alguien que
representa y defiende a las personas, sus derechos sociales y ambientales. Hay
que utilizar el voto porque es la manera de hacer nuestra guerra, es el poder de la
gente.
Haday López Portillo
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