Por un referente constructivo crítico desde IU, comprometido y coherente en la movilización social para una alternativa trabajadora y joven a la crisis económica, en el proceso de formación de los foros para la refundación de la izquierda.

sábado, 20 de febrero de 2010

Por un Pacto de Izquierdas y movilización contra la crisis. Por un gobierno de la izquierda capaz de aplicarlo.

LA AURORA

La “semana negra” de los ataques especulativos contra la deuda pública española y el euro han quebrado la voluntad del gobierno Zapatero de aplicar una política creíble para salir de la crisis sin mermar los derechos sociales. No lo decimos nosotros, lo dicen las encuestas que reflejan todas la falta total de credibilidad de las medidas económicas del Gobierno, que son incoherentes y zigzagueantes.
 
La naturaleza política del “zapaterismo” ha sido su equilibrismo en el conflicto de intereses sociales y su ilusión de satisfacer a la vez las crecientes necesidades sociales de los trabajadores y el mantenimiento de los beneficios de los grandes bancos y empresarios españoles. Mientras se iba escorando a su derecha, la pócima mágica para este equilibrismo, la colocación de deuda pública a bajo interés en los mercados internacionales, se ha agotado.
 
Lo que tenemos encima de la mesa no es ya un Plan para luchar contra la crisis y el desempleo, cuando estamos en la fase más aguda de sus consecuencias, con 4,5 millones de parados. Por el contrario, cediendo a las presiones de los mercados financieros y los especuladores, supeditado a las de la UE, el Gobierno ha sustituido la lucha contra la crisis económica por un Plan de Ajuste para sostener su deuda pública, que supone una gravísima contracción del gasto público de casi el 5% del PIB y 50.000 millones de euros de recortes. Ese Plan de Ajuste va acompañado de reformas estructurales que reducen las pensiones al elevar la edad media de jubilación hasta los 67 años.
 
Frente a quienes quieren negociar un pacto de estado PP-PSOE para el Plan de Ajuste, la izquierda debe proponer un Pacto de izquierdas para luchar contra la crisis, compuesto por el PSOE, IU-ICV, ERC, BNG y sobre todo CCOO y UGT. Ese Pacto de Izquierdas contra la Crisis debe aprobar en el Congreso un programa de medidas económicas que combine el mantenimiento de los estímulos económicos para salir de la crisis, reducir el paro y mantener el gasto social y los salarios con una reforma fiscal progresista que aumente los ingresos y reequilibre el presupuesto gravando las operaciones financieras especulativas, los salarios más altos, el consumo de lujo y los beneficios del capital. Un programa que condicione la reducción de los estímulos económicos no a las presiones de los mercados financieros sino a la reducción del paro, el crecimiento económico y la reducción del déficit en gasto social con Europa.
 
Solo un Gobierno de izquierdas, basado en un Pacto de Izquierdas contra la Crisis y una movilización amplia, masiva y unitaria, podrá afrontar con posibilidades de éxito las elecciones municipales y autonómicas del 2011 y las generales del 2012. El actual Gobierno Zapatero está agotado. Tras la presidencia española de la UE, en julio, será inevitable su remodelación. Y para que no sea un cambio de gobierno a la derecha, en un pacto tácito neoliberal, la izquierda debe exigir a Zapatero un Gobierno de Izquierdas contra la crisis, cuya composición refleje un nuevo bloque parlamentario y social de las izquierdas y los sindicatos.
 
Hoy el PP aventaja al PSOE en cinco puntos. Sin un giro de timón a la izquierda, firme y decisivo, la derecha volverá a recuperar el Gobierno del Estado y abrirá un ciclo político reaccionario para imponer sus políticas neoliberales, a imagen de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid, con recortes profundos reaccionarios en los avances democráticos de estos años. Evitar la victoria de la derecha es la responsabilidad de todas las fuerzas políticas y sociales de la izquierda, pero muy especialmente de Zapatero y el PSOE, que deben recoger las reivindicaciones de su base social, que hoy expresan los sindicatos de clase. Para ello hace falta unidad y movilización sin vacilaciones contra la crisis. Empecemos el día 23 de febrero a construir la respuesta de los trabajadores y trabajadoras.

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