El debate sobre la prostitución en el máximo órgano de dirección federal de IU, el Consejo Político Federal del sábado 16 de enero, se saldó con una brecha profunda al conseguir la resolución presentada una pírrica victoria por un voto (43 a favor, 42 en contra, 22 abstenciones). En la Comisión Ejecutiva Federal se había acordado proseguir el debate para madurar mejor una posición política, pero en el Consejo se precipitó la votación con el precario resultado indicado. El documento aprobado, donde se indica que no se puede legalizar la actividad de la prostitución, se puede encontrar en la web IU.
Paso la propuesta no adoptada de la coordinadora de Granada, Maite Molina, que la presentó con la sana intención de ocuparse de los derechos y situación de la mujer trabajadora del sexo o prostituta que ejerce la prostitución:
"Transitoriamente, mientras el Estado no adopte medidas efectivas para la erradicación de la prostitución y la persecución del proxenetismo, adopte al menos las medidas adecuadas para que las mujeres que se encuentren en esa situación disfruten de plenitud de derechos, incluidos los laborales y de seguridad social".
Maite explicó que no se podía decir que no se reconoce como actividad a legalizar la prostitución y a la vez posicionarse en contra de las ordenanzas municipales que la prohíban, situación a que conducen las ordenanzas de Barcelona y Granada. Además Maite planteó como contradictorio lo que se trataba de la inmigración, pues en el texto se da a entender que a las mujeres prostitutas inmigrantes, precisamente por dedicarse a la prostitución, se les facilitaría la regularización de su situación, los papeles de regularización, con lo cual esto podría producir una entrada masiva de mujeres que vendrían a ejercer la prostitución para conseguir los papeles... o séase, fomento de la prostitución que es lo que se pretende evitar. Mucha carga de moralina y muy poca defensa de los derechos de la mujer.
Maite explicó que no se podía decir que no se reconoce como actividad a legalizar la prostitución y a la vez posicionarse en contra de las ordenanzas municipales que la prohíban, situación a que conducen las ordenanzas de Barcelona y Granada. Además Maite planteó como contradictorio lo que se trataba de la inmigración, pues en el texto se da a entender que a las mujeres prostitutas inmigrantes, precisamente por dedicarse a la prostitución, se les facilitaría la regularización de su situación, los papeles de regularización, con lo cual esto podría producir una entrada masiva de mujeres que vendrían a ejercer la prostitución para conseguir los papeles... o séase, fomento de la prostitución que es lo que se pretende evitar. Mucha carga de moralina y muy poca defensa de los derechos de la mujer.
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